Papel del Profesorado


En el manual de atención al alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo por presentar, en este caso Altas capacidades de la Consejería de Educación (Barrera Dabino, Durán Delgado, González Japón, & Reina Reina). Nos encontramos en el ámbito de la Atención educativa donde se tratan los distintos procedimientos acerca de cómo trabajar en un aula con algún alumno/a de altas capacidades, como debe ser su escolarización, la atención educativa que requiere, las medidas que debe tomar el sistema educativo y cómo puede favorecer el profesorado su progreso educativo y su desarrollo personal, entre otros aspectos. Es por ello que al igual que las familias, el profesorado adquiere un papel muy importante en la vida escolar de este alumnado.

Diversos autores han recogido conductas y actitudes del profesorado que podrían aportar una respuesta más adecuada al alumnado con altas capacidades intelectuales. Entre ellos nos encontramos las siguientes: (Prieto y García, 1999; Genovard, 1983; Genovard y Castelló, 1990).

a) Crear un clima de aula que promueva la autoestima y confianza en sí mismo.
b) Apoyar el pensamiento divergente, propiciando la curiosidad y la creatividad, estimulando la intuición, respetando lo inusual y fantástico, tolerando los errores, animando al desarrollo de las ideas propias, etc.
c) Transmitir entusiasmo y evitar conductas de tipo autoritario.
d) Planificar de forma diferenciada en función de las necesidades de cada uno de sus alumnos y alumnas, modificando la programación para adaptarse a los intereses de cada alumno y alumna.
e) Estar abierto a las ideas y propuestas de su alumnado y hacerlo partícipe, en la medida de lo posible, en la toma de decisiones.
f) Permitir la autonomía en el alumnado de altas capacidades intelectuales y el uso de su propio estilo de trabajo.

Del mismo modo se considera es esencial la colaboración entre el profesorado y la familia del alumno o alumna. Debiendo el profesorado implicar a la familia en las medidas educativas que se propongan para atender al alumnado y comunicarle las distintas adaptaciones. Para ello sería conveniente:

•Pedir su colaboración en el proceso de identificación, en tanto el entorno familiar es un contexto privilegiado en la relación con el niño o niña y, por tanto, la información derivada es muy valiosa.
•Compartir los resultados de la evaluación e informarles regularmente de los progresos de sus hijos e hijas. Los padres y madres deben conocer las conclusiones de la evaluación psicopedagógica, las orientaciones derivadas de la misma (medidas educativas a adoptar, aspectos a considerar en la atención desde el ámbito familiar, recursos educativos adicionales, etc.), el proceso de aprendizaje que está siguiendo su hijo o hija, las dificultades que, en su caso, está presentando.
•Solicitar su colaboración y participación en aquellas actividades de enriquecimiento que se planifiquen desde el centro educativo para su hijo o hija así como proponerles aquellas otras que se puedan trabajar desde el ámbito familiar.
•Establecer estrategias de trabajo conjuntas entre el profesorado y la familia para el progreso en aquellos ámbitos menos desarrollados por el alumno o alumna.

•Adoptar pautas y criterios educativos comunes.

ENLACES DE INTERÉS:

http://colaboraeducacion.juntadeandalucia.es/educacion/colabora/documents/10128/13129565/70.+Instrucciones_AACC_06-05-2014.pdf

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